lunes, 20 de octubre de 2008

After Office con Casa Filgueira


Hay una forma de terminar muy bien una rutinaria jornada de trabajo.

Casa Filgueira ofrece a las empresas la posibilidad de finalizar una jornada de trabajo reunidos en torno a una copa de vino. Ambiente distendido, corbatas flojas, algo para picar y las infaltables trivial sobre la cultura del vino: temperatura ideal del mismo, los pasos de la degustación y el maridaje, entre otras cosas.

La premisa fundamental es pasar un momento agradable en compañía de los vinos Casa Filgueira. así lo entendieron algunas empresas que ya han tenido su After Office con Casa Filgueira. La Bodega presenta sus líneas de vinos a la empresa, y su equipo de trabajo comenta aspectos técnicos y anecdóticos, de los vinos Casa Filgueira y de la forma en que se elaboran.

Una experiencia diferente y un pretexto ideal, a esta altura del año, para terminar un día de trabajo compartiendo el conocimiento y el disfrute del vino.

Más información en info@bodegafilgueira.com

El Embajador de Japón visitó Casa Filgueira


Aprovechando una agradable tarde de invierno, el Excelentísimo Embajador de Japón, Masami Takemoto, caminó por los viñedos de Casa Filgueira y visitó la moderna bodega, ubicada a siete kilómetros de la ciudad de Santa Lucía.

El anfitrión de la comitiva y Gerente de Producción de Casa Filgueira, Ing. Manuel Filgueira, disfrutó mostrándole al Embajador de Japón todos los detalles del trabajo que se realiza en los viñedos para que las uvas, que luego serán vinificadas, logren su calidad máxima.

La visita llegó a Casa Filgueira justo en una época del año en la que el viñedo está siendo podado. En esta oportunidad, se pudo apreciar en cada planta el respeto por la naturaleza y el trabajo artesanal representado por el noble trabajo del hombre en contacto directo con la vid.

Luego de haber conocido la Bodega, el Laboratorio, y la tecnología allí aplicada, llegó el momento de conocer los vinos Casa Filgueira. entre tablas de quesos, fiambres, empanadas e historias, el Tannat Reserva fue el protagonista absoluto. Secundado por el exclusivo Sauvignon Gris, fueron los vinos elegidos para servir en la conmemoración de los 100 Años de la Inmigración Japonesa en Uruguay.